viernes, 2 de octubre de 2009

obesidad

OBESIDAD: Un trastorno multifactorial
La obesidad es la enfermedad en la cual las reservas naturales de energía, almacenadas en el tejido adiposo , se incrementa hasta un punto donde está asociado con ciertas condiciones de salud o un incremento de la mortalidad. Está caracterizada por un índice de masa corporal o IMC aumentado. Forma parte del síndrome metabólico. Es un factor de riesgo conocido para enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes, hipertensión arterial, ictus y algunas formas de cáncer. La evidencia sugiere que se trata de una enfermedad con origen multifactorial: genético, ambiental, psicológico entre otros. Se caracteriza por la acumulación excesiva de grasa en el cuerpo, hipertrofia general del tejido adiposo. El primer paso para saber si existe obesidad o no, es conocer el índice de masa corporal (IMC), lo que se obtiene haciendo un cálculo entre la estatura y el peso del individuo y éste elevado al cuadrado.
Se clasifica en:
Obesidad exógena: La obesidad debida a una alimentación excesiva.
Obesidad endógena: La que tiene por causa alteraciones metabólicas.
El IMC (índice de masa corporal) es un método simple y ampliamente usado para estimar la proporción de grasa corporal.[3] El IMC fue desarrollado por el estadístico y antropometrista belga Adolphe Quetelet.[4] Este es calculado dividiendo el peso del sujeto (en kilogramos) por el cuadrado de su altura (en metros), por lo tanto es expresado en kg / .
IMC de 18,5-24,9 es peso normal.
IMC de 25,0-29,9 es sobrepeso.
IMC de 30,0-39,9 es obesidad.
IMC de 40,0 o mayor y es obesidad severa (o mórbida).
IMC de 35,0 o mayor en la presencia de al menos una otra morbilidad significativa es también clasificada por algunas personas como obesidad mórbida.
Los principales efectos de esta patología se ven reflejados a nivel de distintos sistemas del organismo, tales como el cardiovascular, endocrino, gastrointestinal, renal y genito-uritario,tegumentos, músculo esquelético, neurológico, respiratorio y psicológico.
Sin embargo, existen soluciones que contrarestan todas las afecciones mencionadas anteriormente. El principal tratamiento para la obesidad, es reducir la grasa corporal comiendo menos calorías y ejercitándose más.
El organismo tiene sistemas que mantienen su homeostasis a cierto nivel, incluyendo el peso corporal. Por lo tanto, mantener el peso perdido generalmente requiere que hacer ejercicio y comer adecuadamente sea una parte permanente del estilo de vida de las personas. Ciertos nutrientes, tales como la fenilalanina, son supresores naturales del apetito lo cual permite resetear el nivel establecido del peso corporal.
INTEGRANTES: Soledad Meneses (fonoaudiología) / Mariabelén Rojas (kinesiología)

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